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Académica de Santo Tomás Viña del Mar da recomendaciones para tratar con el ocio de los niños en casa

Verónica Herrera, directora de carreras del Área Educación de IP-CFT, señala que tener a los menores en casa más tiempo de lo habitual es una buena oportunidad para que ellos potencien sus habilidades y se fortalezca la relación familiar.

Suspensiones de clases, horarios acotados y otras decisiones similares han tomado la mayoría de los establecimientos educacionales frente a la crisis social que vive nuestro país. Medidas que afectan particularmente a los alumnos más pequeños, quienes ven alterada su rutina pues han debido pasar más tiempo del habitual en sus hogares producto de una situación que muchas veces no entienden. ¿Qué hacer para ocupar ese tiempo libre adicional que hoy tienen los niños? Verónica Herrera Palacios, directora de las carreras del Área Educación de IP-CFT Santo Tomás Viña del Mar, entrega algunas sugerencias.

“Las neurociencias en diálogo con las ciencias cognitivas y de educación, han aportado evidencia de la influencia de las emociones en los procesos psicológicos, tales como la capacidad de enfocar la atención, resolver problemas y apoyar las relaciones. Asimismo, han mostrado cómo las emociones positivas ‘abren puertas’ dentro del cerebro, y cómo el miedo y el estrés reducen la capacidad analítica”, comienza explicando la académica.

En ese contexto, y considerando la realidad actual del país, Verónica Herrera comenta que “vale la pena buscar actividades para que los niños y niñas puedan utilizar estas horas en potenciar sus habilidades, sigan aprendiendo o mejoren la relación familiar y que no pierdan este tiempo frente a una pantalla sin un objetivo claro”.

Este nuevo espacio de ocio, si bien interrumpe la rutina diaria de los menores, “es una oportunidad única para activar sus neuronas y enfrentar desafíos, intentar resolver el problema de des-aburrirse y buscar sus propios métodos de entretención”, plantea, advirtiendo que “nosotros como adultos debemos entregarles los espacios, materiales y oportunidades para que lo hagan. Muchos expertos mencionan este espacio como ‘juego inteligente’, para lo cual no se necesitan pilas ni dinero ni materiales sofisticados. Lo simple engrandece”.

Antes de entregar sugerencias de actividades, Herrera recalca que los niños deben ser invitados a participar en la planificación de estas actividades, conociendo sus intereses y preferencias, y además contrastando esa información con la realidad, los recursos y redes de apoyo que posee cada familia.

Algunos ejemplos de actividades propuestas para estos momentos de ocio son los siguientes:

1.            Preparar comida puede ser divertido y los niños apreciarán mejor los platos que comen cada día. Además, podrán expresar su creatividad.

2.            Organizar un taller de reciclaje. Se pueden reunir materiales reutilizables y elaborar objetos decorativos o bien ir a depositarlos en los lugares asignados en cada ciudad.

3.            Realizar manualidades permite el desarrollo de habilidades motrices y de razonamiento, con actividades tales como recortar papeles, modelar con greda, plasticina o decorar objetos como por ejemplo un plato, el cual estaría personalizado para el niño o para toda la familia.

4.            Asignar tareas domésticas ayuda a que comprendan que, no importando la edad, hay que asumir responsabilidades, y el mantenimiento del hogar es una de ellas. La asignación de esas tareas dependerá de las habilidades y edades, pero de todos modos se sentirán útiles y se responsabilizarán en las tareas familiares.

5.            Cantar karaoke. Esta actividad es ideal para que tomen contacto con la música y el canto y que a la vez se diviertan de una forma saludable en familia. Además, es una afición de la que muchos niños disfrutan.

6.            Lectura. Que los niños escuchen cómo los adultos les leen un cuento, una historia o una historieta es beneficioso para ellos, ya que mejorarán su capacidad de escucha y su comprensión y ejercitarán su potencial imaginativo.

7.            Jardinería. Si se dispone de un jardín, es un buen momento para redecorarlo junto a los hijos. De este modo, los pequeños estarán en contacto con las plantas y podrán aprender que también son seres vivos a quienes hay que respetar y cuidar. Si no se dispone de jardín, existen diversas alternativas para trabajar en jardineras, botellas, macetas, etcétera.

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