Científicos estudian respuesta de pasto marino endémico a vertidos de salmuera
Investigadores del HUB Ambiental UPLA y la Universidad de Alicante (España) midieron los rasgos de tolerancia del Zostera chilensis, única especie relicta que queda en las costas nacionales, a los hipotéticos impactos de una planta desaladora. Sus conclusiones fueron publicadas por la revista Science of the Total Environment.
Los pastos marinos, considerados uno de los ecosistemas costeros de mayor valor ecológico y más amenazados, tienen una distribución muy limitada en el Océano Pacífico sudoriental. En ese preocupante contexto, el Zostera chilensis es la única especie endémica y relicta que queda en las costas nacionales, por lo cual, ante el eventual emplazamiento de plantas desaladoras cerca de sus praderas, parece atingente evaluar las potenciales consecuencias de estos proyectos para la sobrevivencia de Zostera chilensis.
Con el fin de estudiar sus rangos de tolerancia y asegurar su adecuada conservación, un equipo de investigadores del HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha y de la Universidad de Alicante (UA, España), acaba de divulgar los resultados del estudio “Una evaluación de los riesgos para la Zostera chilensis, el último relicto de angiospermas marinas en el Pacífico Sudeste, debido al desarrollo de la industria de desalinización en Chile”, publicado por la prestigiosa revista Science of the Total Environment.
El trabajo forma parte de la tesis doctoral de Fabio Blanco-Murillo, desarrollada en el marco de la cotutela de doble graduación entre el Doctorado Interdisciplinario en Ciencias Ambientales de la UPLA y el Doctorado en Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la UA, bajo la supervisión del Dr. Claudio Sáez (UPLA) y el Dr. José Luis Sánchez-Lizaso (UA). Asimismo, son coautores del artículo científico las investigadoras del HUB Ambiental UPLA, doctoras María José Díaz, Fernanda Rodríguez-Rojas y Paula S.M. Celis-Plá, además de Camilo Navarrete, también estudiante del doctorado.
El estudio consistió en analizar las respuestas ecofisiológicas y metabólicas de este pasto marino ante incrementos de los niveles de salinidad del mar,
extrapolables a lo que se podrían alcanzar, incluso en extremos improbables, pero aún posibles, producto de los vertidos de salmuera de las plantas desaladoras. Es así como se realizaron experimentos recreando este hábitat natural en laboratorio, durante diez días, exponiendo a las plantas a tres diferentes tratamientos de salinidad: en primer lugar, a 34 unidades prácticas de salinidad (psu) –a modo de grupo de control, considerando que ese es el nivel normal de salinidad en el Océano Pacífico–, y posteriormente, incrementando la concentración a 37 psu y 40 psu.
Importantes resguardos
Como explica Fabio Blanco-Murillo, al detectar durante las mediciones un alza intermedia, de 37 psu, “la planta es capaz, con respuestas metabólicas y fisiológicas, de mantener un estado de salud normal. Sin embargo, cuando en lugar de incrementarse en 3 psu la salinidad aumentó en 6, hasta 40 psu, se vio una disminución de su respuesta y un mayor estrés oxidativo, lo que nos indica que, seguramente, esos niveles están por encima de sus índices máximos de tolerancia”, señala.
Por su parte, el Dr. Claudio Sáez destaca que, en otros estudios previos, “se ha demostrado que en dadas las condiciones de fuertes corrientes y profundidad costera en Chile, en general los vertidos de desaladoras suelen mezclarse en su totalidad, llegando a niveles de salinidad natural del mar dentro de los primeros 30 metros desde las descargas de salmueras. Más aún, incluso en las zonas más cercanas al vertido, los niveles de salinidad no suelen superar 1 psu sobre los niveles naturales”.
Aunque los índices utilizados en el estudio apuntan a una perspectiva pesimista de la realidad de los vertidos de desaladoras en Chile, la publicación sugiere, como principio precautorio, no desarrollar descargas de salmueras directamente sobre praderas de Zostera chilensis.
Adicionalmente, Fabio Blanco-Murillo agrega que, “el contexto que vivimos, contemplando el cambio climático y el proceso de desertificación que se está experimentando en Chile, convierte a los procesos de desalación en una alternativa viable para complementar la matriz hídrica, pero para que estos procesos productivos sean sustentables ambientalmente hablando, y viables económicamente, es necesario que los sectores público y privado generen alianzas con la academia”. En esta línea, al seguir las directrices técnicas, “se pueden aminorar los impactos, considerando que las costas chilenas tienen ciertas características que facilitan la disolución de los vertidos de salmuera. Estudios como el que realizamos con la Zostera chilensis funcionan, entonces, como un antecedente a tener en cuenta, pues es información que puede fortalecer la toma de decisiones por parte de la autoridad gubernamental y la industria”.