[Columna: Otra Pista para Ustedes] Hoy: la batería
En pocos recreos teníamos lista la banda, el Loco a la guitarra y voz, el Turco a la segunda guitarra, Ocio al bajo, Chancho a la batería y yo al teclado. Teníamos nombre y canciones propias. Teníamos el set list y seleccionados los covers de rock latino. Sabíamos tocar juntos, salvo Chancho los demás éramos compañeros en el grupo instrumental del colegio, que ese año no estaba funcionando bien porque se inscribieron muchos alumnos que no podían tocar ni un triángulo, un grupo de casi 20 en donde menos de la mitad de verdad tocaba algo.
Muchos recreos pasamos discutiendo como y cuando podríamos ensayar en formato eléctrico, la verdad no teníamos instrumentos para una banda de rock, tocábamos música folclórica en el grupo instrumental del colegio y si bien éramos de clase media, es el último año de la dictadura militar y los instrumentos estaban fueran del alcance de nuestro presupuesto, sólo Ocio tenía una guitarra electroacústica y un teclado para prestarme.
Nunca le dimos mucha vuelta a dicho gran detalle por que el asunto principal era la batería, la leyenda decía que el colegio tenía una pero que le faltaba un parche. Muchos otros recreos discutiendo que hacer, había que viajar de Colchagua a Santiago a comprar uno, cuyo costo estimado era algo así como unos 150 pasajes escolares. Jamás supimos a que pieza le faltaba, ninguno de los cinco llegó a preguntar si todos los parche eran iguales en diámetro y características.
Finalmente no logramos avanzar de las detalladas planificaciones de los recreos, pero al menos al año siguiente solo nos inscribimos ocho alumnos en el grupo instrumental, la mitad éramos lo mismos que habíamos tratado ya de formar una banda, sabíamos tocar juntos y ese año, nuestro último año escolar, sonamos bien, muy bien … repertorio folclórico con actitud rockera, sin batería pero con bombo legüero.