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Cuidado con las picaduras de insectos en verano

La época estival trae de por sí un gran número de actividades al aire libre, lo que conlleva a estar más expuestos a insectos y a la eventual posibilidad de sufrir alguna picadura. En la mayoría de los casos, cuando la persona se ve afectada, el tratamiento se puede realizar sin mayores complicaciones en casa. Así lo explica el Dr. Werner Jensen, infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, quien además agrega que es esencial saber qué hacer en estos casos y cuándo es oportuno acudir a un centro asistencial.

          Por Francisca Barrera T.

 

Dr. Werner Jensen, infectólogo CCdM         Inflamación, picazón, enrojecimiento y/o dolor en la zona afectada son algunos de los síntomas que las personas pueden experimentar tras sufrir una picadura o mordedura de insecto. Algunas, además de ser molestas, son dolorosas y pueden derivar en cuadros peligrosos para la salud, como es el caso de las picaduras de abejas y las mordeduras de avispas y arañas.

“En verano, con el sol y el calor, los insectos como los mosquitos, abejas o avispas, son más activos porque se encuentran en su etapa de proliferación, lo que incrementa el riesgo que sufrir alguna picadura, y, en consecuencia, contraer alguna enfermedad. Por ello es que es de suma importancia tomar precauciones que ayuden a evitar estos episodios”, sostiene el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Werner Jensen.

Los insectos y arácnidos corresponden al grupo de los artrópodos, animales invertebrados que tienen su cuerpo segmentado y patas articuladas. Los primeros se caracterizan por tener seis patas (hexápodos), como las moscas, piojos, mosquitos, pulgas, chinches, hormigas y abejas, entre otros. El segundo grupo, en tanto, incluye a los ácaros, arañas, garrapatas y alacranes, y tienen ocho patas.

La mayoría de las veces, cuando las picaduras son causadas por pulgas, mosquitos, chinches y ácaros, aparte de la roncha, se comienza a sentir ardor y picazón en la zona afectada. Cuando estas situaciones son a raíz del ataque de abejas, avispas, arañas o alacranes, surgirá una lesión cutánea y habrá un intenso dolor. “Dependiendo de la persona que sufre la picazón o mordedura, habrá una reacción alérgica más severa o incluso una reacción anafiláctica que puede ser mucho más grave”, explica el Dr. Jensen.

 

Cómo reconocerlas

Habitualmente, este tipo de afecciones se reconocen porque se produce una reacción inflamatoria local en la zona de la picadura, denominada roncha o habón. Además, hay un aumento de calor, enrojecimiento y también dolor, aunque este último no siempre está presente.

La mayoría de las veces, la reacción inflamatoria desaparece en 48 horas y no requiere consulta médica. No obstante, hay personas que tienen antecedentes de alergia o desarrollan cuadros de mayor compromiso cutáneo con varias lesiones, picazón o edema; en tales situaciones, la recomendación es consultar con algún especialista y usar antihistamínicos y/o corticoides.

“Existen casos más severos donde se presentan problemas para respirar, hipotensión arterial o fiebre. Si esos síntomas se manifiestan, hay que acudir lo más rápido posible a un servicio de urgencia, pues se puede tratar de un shock anafiláctico y el paciente puede estar en riesgo vital”, indica el infectólogo.

 

Cuidado con los arácnidos

Las arañas son, sin lugar a dudas, uno de los artrópodos más peligroso del reino animal. Su mordedura puede tener consecuencias de vida o muerte, generando lesiones cutáneas severas, con muerte del tejido (necrosis profunda), e incluso comprometer otros órganos del cuerpo.

En Chile existen dos tipos de arañas peligrosas: la del trigo y la de rincón. Entre un 10 y un 15% de los casos producidos por esta última podría ocasionar un cuadro severo, poniendo en riesgo la vida de la persona.

Respecto a las precauciones que se deben tener y al tratamiento que se debe seguir para las mordeduras de arañas, las recomendaciones del especialista de Clínica Ciudad del Mar son las siguientes:

  • Para la araña del trigo, utilizar zapatillas o zapatos cerrados y vestimenta adecuada cuando se va de paseo al campo, como pantalones y poleras largas, evitando exponer la piel.
  • En cuanto a la araña de rincón, sacudir siempre la ropa antes de usarla. Mantener la cama separada de los muros, realizar aseo profundo en el hogar, sobre todo aquellos lugares que son oscuros y sin ruido, como clóset, bodegas y muebles. Estos sitios son los favoritos de los arácnidos.

Ante la sospecha de  mordedura  se  recomienda  lavar  la  zona  afectada  con agua  y  jabón, aplicar  frío  local indirecto, ver la evolución que va teniendo el área y acudir al servicio de salud más cercano, idealmente llevando la araña (si es que se encuentra), para poder ser reconocida por el médico de turno.

 

Tratamiento y precauciones

El procedimiento va a depender de las características y severidad de la herida:

  • Si es leve, basta con compresas frías o hielo local, además de crema para el prurito.
  • Si es moderada, aparte del tratamiento local, se puede recurrir a antihistamínicos orales.
  • Si es grave, donde hay una reacción anafiláctica, evidencias de muerte de tejido o compromiso de órganos por veneno, hay que ir a un centro asistencial y dejar hospitalizada a la persona.

“Es importante recordar que las lesiones cutáneas no deber ser rascadas, pues se puede producir infecciones a causa de bacterias y que requerirán de consulta médica y tratamiento antimicrobiano”, puntualiza el Dr. Jensen.

 

Recomendaciones

En ese sentido, es importante tomar una serie de medidas no solo para evitar las picaduras de insectos, sino poder reducir el riesgo de adquirir infecciones. Ante ello, el Dr. Werner Jensen, infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, entrega una serie de consejos:

  • Vestir ropa blanca o clara que cubra los brazos y piernas
  • Usar repelentes
  • Evitar el consumo de alimentos dulces al aire libre
  • No acercarse a los nidos abejas, avispas y, sobre todo, no provocar a los insectos
  • Contar con un botiquín de emergencia, sobre todo cuando hay casos de cuadros alérgicos
  • Consultar con el médico de cabecera sobre las recomendaciones en esta materia, previas a salir de vacaciones
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