SaludValparaíso

“El consejo a los médicos jóvenes es mantenerse en el servicio público y cerca de la universidad”

El Dr. Enzo Rivera, Neurólogo del Hospital Carlos Van Buren, se despidió tras 35 años de servicio.

El Dr. Enzo Leonardo Rivera Torres, destacado neurólogo y especialista en Epilepsia, Medicina del Sueño y Neurofisiología, se retira del Hospital Carlos van Buren tras una trayectoria de más de tres décadas. Su legado profesional y académico deja una huella profunda en la neurología chilena.

Inicio temprano

Rivera, quien comenzó su carrera en 1990 como becado, asumió tempranamente responsabilidades en el hospital debido a la escasez de neurólogos en esa época. Con el tiempo, no solo consolidó su rol como médico, sino que también contribuyó al crecimiento del servicio de neurología, que pasó de contar con cuatro especialistas a más de 15 en la actualidad. Además, el número de camas aumentó de 12 a más de 30, reflejando un desarrollo significativo en infraestructura y capacidad de atención.

El avance tecnológico fue otro aspecto clave durante su trayectoria. Rivera recuerda cómo al inicio solo contaban con radiografías y mielografías para los diagnósticos, mientras que hoy disponen de resonancias magnéticas y equipos digitales para electroencefalografía. “La tecnología ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes y ofrecer tratamientos comparables al sistema privado”, destacó.

El médico también subrayó los cambios demográficos que ha presenciado. La población atendida ha envejecido notablemente, con un promedio actual de 75 a 80 años en los pacientes del servicio. Esto ha incrementado la demanda de atenciones, evidenciando la necesidad de seguir fortaleciendo los recursos humanos y tecnológicos. “La cantidad de pacientes que atendemos se ha multiplicado mucho”, aseguró el Dr. Rivera.

Formación de nuevos especialistas

Además de su labor clínica, Rivera desempeñó un papel trascendental en la formación de nuevas generaciones de neurólogos. Como profesor en la Universidad de Valparaíso, contribuyó a fortalecer los lazos entre el ámbito académico y el hospital público, un compromiso que considera esencial para el desarrollo profesional. “El consejo a los médicos jóvenes es mantenerse en el servicio público y cerca de la universidad, porque son espacios invaluables para aprender y crecer”, afirmó.

De cara al futuro, Rivera identifica desafíos emergentes como la incorporación de la inteligencia artificial en la medicina. Aunque reconoce su potencial para optimizar procesos como la interpretación de electroencefalogramas, enfatiza la importancia de abordar estos avances con perspectiva ética.

Tras 35 años de servicio, Rivera se retira con un saldo positivo y agradecido por las lecciones aprendidas. “He crecido tanto en los momentos difíciles como en las alegrías. Mi mayor satisfacción es haber aportado al bienestar de los pacientes y a la formación de nuevas generaciones”, concluyó.

Compartir:

Deja un comentario

La Opinión Online está en Mastodon