Experto en Nutrición de Universidad Santo Tomás llama a aumentar la frecuencia en el consumo de productos del mar
Pablo Haro, jefe de carrera de Nutrición y Dietética de UST sede Viña del Mar, advierte que “solo uno de cada 10 chilenos consume pescado en la frecuencia adecuada”.
Mayo, conocido en nuestro país como el “Mes del Mar”, representa una buena oportunidad para que notemos una tremenda paradoja: a pesar de la larga extensión de nuestra costa, el consumo de productos alimenticios provenientes del mar es bajísimo. Una tendencia que, según los expertos, deberían intentar revertirse para ir en beneficio directo de la salud de la población.
Pablo Haro, jefe de carrera de Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar, comenta que “a pesar de la amplia disponibilidad de productos como pescados, mariscos y algas, ninguno de estos alimentos es incorporado con la frecuencia y en las cantidades adecuadas en nuestra alimentación diaria”.
Para respaldar sus palabras, el académico recuerda que la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 reflejó que sólo un 9,2% de los chilenos cumple con la recomendación de consumir este alimento al menos dos veces a la semana. “En otras palabras, sólo uno de cada 10 chilenos consume pescado en la frecuencia adecuada”, señala, agregando que el consumo de pescado ha ido disminuyendo con el paso del tiempo, “ya que en la encuesta 2009-2010 el porcentaje de cumplimento era de un 10,7%”.
En base a estos antecedentes de bajo consumo en la población chilena, Pablo Haro sostiene que “es fundamental fomentar el consumo de estos productos en la población”, explicando que “en los productos del mar se encuentran múltiples nutrientes que aportan beneficios para nuestra salud. Entre ellos destacan proteínas, vitaminas, minerales y en especial, ácidos grasos del tipo polinsaturados (Omega 3), los cuales tienen comprobados efectos positivos. Por ejemplo, la evidencia clínica y epidemiológica de múltiples estudios permite establecer que el consumo de Omega 3 puede contribuir a la prevención y/o tratamiento de una serie de patologías, lo que explicaría que las poblaciones que consumen en cantidades importantes pescado, sobre todo los llamados pescados grasos (sardinas, salmón, jurel), tengan tasas más bajas de infartos y accidentes cerebrovasculares”.
Finalmente, el académico de Nutrición y Dietética de UST Viña del Mar señala que “el ‘Mes del Mar’ representa una buena instancia para educar a la población sobre los beneficios que tienen estos productos, llevar estos alimentos frescos a nuestra mesa y aprovechar sus nutrientes a través de preparaciones saludables como sopas, ceviches o preparados al horno o al vapor, cuidando siempre de mantener una cocción adecuada y adquirir los productos en lugares autorizados. Por último, si no se pueden adquirir frescos en mercados o caletas, se pueden incluir preparaciones a base a de pescados enlatados (cuidando lavarlos muy bien para eliminar el exceso de sodio) o congelados, los cuales siempre serán una alternativa para aumentar un consumo cada vez más bajo en nuestro país”.