Los Andes: Estudiantes demostraron su conocimiento de robótica
Se trató del resultado de un trabajo conjunto entre el Centro de Estudios Avanzados (CEA) de la universidad y la escuela Río Blanco.
Una demostración práctica de programación aplicada a la robótica, realizó un grupo de estudiantes de la escuela Río Blanco de Los Andes, ante docentes e investigadores del área de educación del Centro de Estudios Avanzados (CEA), de la Universidad de Playa Ancha (UPLA).
Se trató de una actividad encabezada por Miguel Rodríguez, investigador del CEA y doctor en didáctica de la matemática, quien explicó que este trabajo se desarrolló con el profesor de la escuela, Rodrigo Maureira Soto, el cual permitió conocer el efecto que produce la robótica en los estudiantes. Específicamente, en la capacidad que desarrollan de comunicar, manipular y resolver problemas.
“Es una actividad que rompe con el enfoque clásico de los seminarios, donde los especialistas dan una charla respecto a una tecnología. Acá hemos pensado al revés. (la idea) es que los usuarios principales, escolares y profesores, nos muestren el sentido de esa tecnología en su quehacer en las aulas, pensando en la matemática también”, sostuvo Rodríguez.
Agregó que la programación en bloque (que se aplicó en este caso), tiene una serie de elementos que se relaciona directamente con la matemática, pues obliga a crear variables, a establecer parámetros, utilizar operadores, para luego determinar criterios para ver si una acción se realiza o no. Por lo tanto, la matemática está implícita a través de la programación y manipulación de un robot.
ESTIMULACIÓN PERMANENTE
El doctor José Antonio Muñoz, director del CEA, destacó la importancia que este tipo de actividades tiene en el proceso formativo de los niños para que su capacidad creativa se siga estimulando, a fin de aportar para que nuestro país alcance niveles de desarrollo significativos.
“Este tipo de actividades refleja en gran medida el futuro de la Universidad de Playa Ancha, en términos de investigación que, sin abandonar el rigor científico de trabajo, lo lleve a la sociedad, lo vincula a procesos formativos y es un actor relevante de algo que a veces se nos olvida que es, que los niños crezcan sin perder su curiosidad y su creatividad”, dijo Muñoz.
Alfonso Aguayo Alarcón, estudiante que cursará 8º año básico, uno de los participantes del taller, dijo estar contento por la oportunidad de participar de esta actividad, que no solo le dio la posibilidad de viajar, sino también de comprobar que es capaz de aprender cosas nuevas.
“Más que todo viajar y mostrar a la gente cómo se programa… me gustó programar y aprender cosas nuevas que no sabía y eso más que nada… Al principio no sabía nada, pero ahora me manejo un poco más. Estoy contento…”.
La jornada concluyó con la entrega de certificados a los estudiantes que participaron en el taller, quienes fueron acompañados por sus padres.