Maná volvió a Viña del Mar y cautivó a punta de clásicos.
Con más de una hora de puros Hits, Maná volvió al escenario de la Quinta Vergara, luego de ocho años.
Fue en la Quinta Vergara y ante más de 15 mil personas, acompañados de carteles, banderas y una alegría unánime, que los músicos mexicanos abrieron la tercera jornada del certamen viñamarino.
De la mano de clásicos como “En el Muelle de San Blas”, “Manda una Señal”, “Rayando el Sol”, “Clavado En Un Bar”, “Mariposa Traicionera” y “Corazón espinado”, la banda cautivó al público, en una mezcla perfecta de lágrimas de dicha, nostalgia y emoción total.
El grupo, que nació a finales de los años ’80 en Guadalajara, en su arribo a Viña del Mar, demostró lo vigente que sigue a través de sus canciones, cuyas temáticas nunca envejecen y se añejan a través de realidades de amores imposibles, roturas de corazones o enlaces que por dicha tienen finales felices.
Con un gran sonido la banda se las ingenió para vivir momentos emotivos como cuando subieron a Heidi, asistente al show, con quien cantaron un trocito de reloj Cu Cú.
Llevándose ambas Gaviotas, la banda prometió volver pronto a Chile… y por cierto los estaremos esperando.