[Opinión] Ansiedad en la vuelta a clases: ¿cómo abordarla desde la familia?
Por Vania López, psicóloga Santillana
Con la llegada de marzo llegan compromisos y responsabilidades que muchas veces agobian a las familias. La vuelta a clases es uno de los más icónicos. Miles de estudiantes regresan a las aulas después de unas merecidas vacaciones, lo que puede generar cierto estrés o ansiedad en niños, niñas y jóvenes que se enfrentan a un nuevo año escolar.
Es fundamental que las familias apoyen este proceso considerando algunos aspectos esenciales para un correcto manejo de una situación que no es fácil para los estudiantes ni sus padres. Primero, para calmar la angustia del regreso a clases, es importante que se pueda conversar con respecto a las emociones que puedan sentir en esta vuelta al colegio. Muchos de ellos lo más probable es que estén entusiasmados, pero hay otros que quizás no sienten deseos de volver o que puedan sentir inquietud por diferentes aspectos, como por ejemplo, ingresar a un colegio nuevo, un cambio de curso, una etapa distinta como los que están ingresando por primera vez al colegio.
Otra medida para disminuir la ansiedad de los estudiantes es hacerlos partícipes de la preparación de sus materiales, el día previo a la primera clase, es positivo preparar sus útiles escolares con tiempo, preparar su mochila, su colación, para que el primer día de colegio tengan todo listo y así disminuir el estrés que provoca ese hito.
Instaurar rutinas es otro aspecto relevante: la idea es que puedan ir programándose las nuevas rutinas pérdidas durante el verano y realizarlas de forma paulatina. Por ejemplo, comenzar a tener nuevamente los horarios para acostarse o volver a las rutinas de alimentación, por lo menos una semana antes del ingreso a clases.
Asimismo es importante que los adultos se estén involucrando de forma activa en lo que están viviendo cada uno de sus hijos, que se hable de los beneficios que tiene el volver a clases después de un periodo de descanso, que puedan valorar esta instancia de retomar la escolaridad y volver a reencontrarse también con sus compañeros, profesores y ante las posibilidades como conocer nuevos amigos.
También se sugiere que al finalizar el día, las primeras semanas de clases, se puedan generar otras rutinas para motivarlos, por ejemplo, irlos a buscar al colegio y pasar al parque, a una plaza, a comprar un helado o ver una película.
Todas las conversaciones que podamos generar, donde como adultos podamos mantener la ilusión en los estudiantes con este regreso a las aulas, serán significativas para ir motivándolos y acompañándolos en este reingreso a la etapa escolar, y su desarrollo integral.