Columnas de Opinión

[Opinión] Baterías de sodio: ¿Fin a la supremacía del litio?

Por Juan José Negroni, Decano de la Facultad de Ingeniería Universidad Santo Tomás.

El litio es un mineral clave en la producción de baterías de iones que se utilizan en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y computadoras portátiles. Nuestro país cuenta con una de las mayores reservas de litio del mundo y es el principal proveedor de este mineral, cuya demanda alcanzará los 1,12 millones de toneladas en el año 2025, según análisis preliminares del mercado. Sin embargo, actualmente el gigante chino CATL ha empezado a desarrollar una nueva batería de ion-sodio que emerge como una posible alternativa a los actuales modelos de ion-litio, cuyos precios están aumentando vertiginosamente por la gran demanda del mercado.

Según su fabricante, las baterías de ion-sodio, contemplan recargas de hasta el 80% de su capacidad en apenas 15 minutos y prometen una alta densidad de energía, así como buena estabilidad térmica en multitud de escenarios, lo que es una ventaja con respecto al litio, que pierde rendimiento a altas y bajas temperaturas. Además, el sodio posee una serie de ventajas claves, en lo principal, se trata de un recurso abundante y accesible en comparación con los materiales tóxicos y costosos utilizados en las baterías de iones de litio. Además, las baterías de sodio tienen una densidad energética comparable, lo que significa que tienen una capacidad similar al ion-Litio para almacenar energía en un tamaño y peso comparativo. Por último, las baterías de sodio poseen una vida útil más larga y son potencialmente más seguras que las baterías de iones de litio.

De acuerdo con la Dirección de Estudios de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (SUBREI), durante enero de 2023 las exportaciones ascendieron a US$ 8.924 millones, donde destacó el carbonato de litio como uno de los bienes que más aumentó sus embarques. En este sentido, las ventas el carbonato de litio al exterior crecieron un 106% alcanzando los US$ 565 millones (+US$ 290 millones) representando el 6,3% del valor total exportado. Ahora bien, en un escenario hipotético en el cual la tecnología de las baterías de sodio se vuelva más popular y alcance una escala significativa a nivel global, la demanda y dependencia de litio podría verse reducida, teniendo efectos directos en la estrategia nacional del litio que lidera el actual gobierno. Nuestro país tendría que adaptarse a esta nueva realidad y buscar otras formas de generar ingresos económicos a través de la extracción de recursos naturales disponibles.

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