[Opinión] Pubertad Precoz: La importancia de identificar las señales
Por Gabriela Morgado Tapia, académica de la Facultad de Enfermería UNAB, Sede Viña del Mar.
La pubertad es el paso o transición desde la niñez a la adultez, y está marcada por la aparición de lo que se conoce como “caracteres sexuales secundarios” y la capacidad reproductiva. Entre ellos, se destacan el aumento del volumen mamario en niñas, el crecimiento de los testículos en niños, la aparición de vello púbico, el “estirón del adolescente” hasta la aparición de la menarquia o primer periodo menstrual en niñas. Normalmente esto se inicia aproximadamente a los 8 años en niñas, con la aparición del “botón mamario” (pequeño aumento del tamaño en la zona del pezón), y a los 9 años en niños, cuando aumenta el volumen testicular.
La pubertad precoz se define como la aparición de botón mamario o el aumento del volumen testicular antes de este límite de edad. No hay una causa específica de por qué un niño o niña comience antes con su pubertad. En aproximadamente un 5% de los casos, se debe a causas más específicas que deben ser estudiadas, como tumores, hipotiroidismo u otras. En estos casos, lo habitual es que la presentación de los caracteres sexuales no siga un patrón normal. Por ejemplo, la niña tiene su primera menstruación sin aparición de vello púbico, o que haya vello púbico sin aparición de botón mamario. Durante años se ha tratado de asociar la pubertad precoz al consumo de ciertos alimentos o exposición a contaminantes. Sin embargo, ningún estudio ha sido concluyente en este sentido. Dentro de los factores que contribuyen al aumento de casos de pubertad precoz están: la obesidad infantil, siendo más frecuente en niñas que en niños o estar expuesto a medicamentos, cremas o suplementos dietéticos que puedan tener hormonas como testosterona o estrógenos.
Uno de los principales efectos de la pubertad precoz inespecífica es el impacto sobre el aumento de la estatura del niño o niña. Esto se produce porque las hormonas asociadas a la pubertad producen efectos sobre las placas de crecimiento óseo, haciendo que se detenga el crecimiento del niño. Esto podría significar una estatura final notablemente inferior a la que el niño habría alcanzado, si no hubiese tenido pubertad precoz. Este impacto sobre la estatura, los cambios físicos anticipados y la producción de hormonas pueden ser agentes difíciles de manejar por el niño, que se siente como uno, pero se ve como adolescente, afectando su autoestima y aumentando el riesgo de alteraciones de salud mental.
El diagnóstico de pubertad precoz incluye elementos como la historia familiar, se realiza un análisis de la talla de los padres, para estimar la talla final que el niño podría obtener. Además de la visualización de caracteres sexuales secundarios, el médico podría indicar una radiografía de la mano, con la que se mide la “edad ósea”, que en casos de pubertad precoz es mayor a la edad cronológica del niño. Otros exámenes pueden ser la ecografía ginecológica en niñas y pruebas en sangre, para medir hormonas. El tratamiento dependerá de cada caso. La meta es permitir que el niño crezca hasta tener la estatura objetivo, evitando la talla baja en adulto.