¿Qué son los transgénicos?
Los alimentos transgénicos son aquellos que incluyen en su composición algún ingrediente procedente de un organismo al que se le ha incorporado, mediante técnicas genéticas, un gen de otra especie. Gracias a la biotecnología se puede transferir un gen de un organismo a otro para dotarle de alguna cualidad especial de la que carece. De este modo, las plantas transgénicas pueden resistir plagas, aguantar mejor las sequías, o resistir mejor algunos herbicidas. En Europa no todas las modalidades de transgénicos están autorizadas, sólo algunas pueden ser cultivadas y posteriormente comercializadas. Los transgénicos, desde su nacimiento, han suscitado mucha polémica. Existen seguidores fanáticos y detractores acérrimos.
Por ejemplo, se han insertado genes de peces en papas y en fresas, para trasmitirle la característica de resistencia al frío, genes que codifican toxinas de bacterias a vegetales, para trasmitirle toxicidad a insectos, genes de crecimiento humanos para alterar la producción de hormonas en ganado, aumentando la producción de leche; y un largo etcétera.
No se trata solamente de insertar el gen con la característica buscada. También hay que lograr que el nuevo gen se exprese en el organismo receptor. Para ello, se utiliza un gen “promotor”. Actualmente, en el 99% de los transgénicos se utiliza el promotor del virus del mosaico de la coliflor (CaMV). Además, como las tecnologías disponibles para la transferencia tienen un amplio margen de error, se inserta también un gen “marcador”, que con su presencia indica si se realizó la operación. En este caso, se ha usado ampliamente genes de resistencia a antibióticos, pero hay otros marcadores, que en muchos casos también provienen de virus o bacterias.